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Mantenerse con energía hasta la hora de acostarnos no es algo sencillo, pero sí, posible. En esta nota, queremos contarte algunos tips para lograrlo.
- Ejercicio tempranito: si tu trabajo empieza a las 10 am, o es de media jornada, aprovechá la mañana para realizar ejercicios. Las endorfinas que liberes te darán energía y te ayudarán a mantener la atención durante casi 10 horas.
- Después del entrenamiento, un desayuno: la comida más importante del día es el desayuno. No hay que saltearla, y lo mejor es comer algunos carbohidratos y azúcares (no en exceso) para aportar grandes cantidades de energía.
- Modo zen: meditar es útil para ahorrar energía, y lo mejor es que se puede hacer en 5 minutos, con una buena concentración. Además de despejarnos un ratito de la rutina, una vez finalizada la sesión, nos ayuda con el buen humor.
- Hecha la luz, hecha la energía: en nuestro cerebro tenemos un reloj interno, que comúnmente llamamos el reloj biológico (en realidad se llama ritmo circadiano). Este se puede desajustar y provocar el llamado insomnio, que nos impide descansar bien y nos hace levantarnos con poca energía. Para volver a ajustarlo, lo recomendable es, de noche, apagar todas las luces, y a la mañana, correr las cortinas para que entre luz. Esto va a hacer que las hormonas incrementen la secreción y te levantes más activo y rápido.
- Beber agua: está comprobado que beber 2 vasos de agua cuando nos levantamos de la cama ayuda a que nuestro sistema se despierte de una manera más efectiva. Además, combate la deshidratación matutina que a veces pasa desapercibida y puede afectar nuestro funcionamiento durante todo el día.
Si notás que tu rendimiento no ha cambiado con estos tips, te proponemos utilizar algún complemento energético como el Full Life, que te dará todos los nutrientes que necesitás para que puedas aprovechar al máximo cada día.